Un nuevo caso de vertimiento de aguas servidas en el lago Llanquihue llamó la atención de los habitantes de Puerto Varas este domingo. «Luego de un fin de semana casi veraniego en Puerto Varas, paseando por el borde del Llanquihue me percaté de un fuerte olor a desagüe en el sector de la costanera y vi una fuga de aguas servidas en el lago. Aprovechando que andaba con el dron, hice una foto que dio pie a una denuncia ciudadana«, nos cuenta Gonzalo Zúñiga, colaborador de Ladera Sur, y paso seguido nos envía esta impactante fotografía.

©Gonzalo Zúñiga
©Gonzalo Zúñiga

En los últimos años el lago Llanquihue ha sido foco de atención precisamente debido a la gran contaminación de sus aguas a causa de las descargas de aguas servidas sin tratamiento en el lago. Un informe del Departamento de Acción Sanitaria de la Unidad de Agua de la Seremi de Salud, publicado a fines de 2017 dejó en evidencia la magnitud del problema: los muestreos tomados a las aguas del lago Llanquihue en la costanera de Puerto Varas demostraron un nivel de contaminación por coliformes fecales que superaba en 16 veces el máximo nivel permitido. 

Es decir, mientras lo permitido por la autoridad sanitaria es un máximo de 1.000 coliformes fecales por 100 milímetros de agua, en una muestra tomada frente al hotel Radisson, se encontraron 16.000. Lo mismo ocurrió en otra muestra tomada frente al hotel Licarayén y hotel Volcanes. El alcalde Ramón Bahamonde aclaró en su momento que los hoteles nombrados en los informes no tienen relación con la contaminación.

Este domingo, y con gran sorpresa, Gonzalo Zúñiga registró otro caso de descargas de aguas servidas en el segundo lago más grande de Chile. Esta vez, en el sector frente al local Mesa Tropera. Situación que sólo debiese ocurrir en casos de emergencia en los llamados «aliviaderos de tormenta», cuando los sistemas de recolección de aguas servidas, plantas elevadoras y plantas de tratamiento, se vean enfrentados a una situación compleja en la que deban evitar que los colectores entren en presión y las aguas servidas rebasen. La causa más recurrente que ocasiona la entrada en presión de los sistemas de recolección, es la incorporación de aguas lluvias, que superan la capacidad máxima de los sistemas de recolección de aguas servidas.

©Siberian Elessar
©Siberian Elessar

“De acuerdo a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, los aliviaderos de tormenta deben operar sólo en situaciones de fuerza mayor en que se incorpore aguas lluvias que superen sus respectivas capacidades máximas de diseño. Fuimos testigos que el pasado domingo no cayó una sola gota de lluvia”, dijo al respecto el concejal Luis Becerra, quien instó a las autoridades a entregar una respuesta a los habitantes de Puerto Varas por este suceso.

“La empresa debe responder por esta situación que es, a todas luces, ilegal. Ya basta de que se siga contaminando el lago Llanquihue a vista y paciencia de la comunidad. Hago un llamado a que los organismos públicos cumplan su rol fiscalizador”, sentenció.

El alcalde, Ramón Bahamonde, también se refirió al suceso: “Resulta que hubo toda una semana que no llovió, y sumado a ello lo hacen funcionar un día domingo cuando toda la gente está en el centro, paseando con buen tiempo. Esta es una función de la Siss, y le cabe responsabilidad al gobierno”. Es la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) la encargada de fiscalizar estas situaciones.

Al ser consultados sobre este caso, en la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos
(Essal) dijeron que «la activación de aliviaderos de tormenta son un evento de emergencia asociado a períodos intensos de precipitaciones como los que hemos vivido en las últimas semanas y también a raíz de la acumulación de napas subterráneas». Según la empresa, la ausencia de un plan integral de gestión de aguas lluvias, materia que está a cargo de los órganos competentes del Estado, es la que ha generado el colapso de los sistemas de alcantarillado por la incorporación irregular de aguas lluvias a su caudal.

Tras las reiteradas denuncias recibidas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios que resultaron en una serie de fiscalizaciones y exigencias por parte del organismo a la empresa Essal, han comenzado a desarrollar desde el año pasado un plan de inversiones para mitigar los efectos de este problema. «Reiteramos nuestro llamado a la población en general a no sobrecargar el sistema de aguas servidas, evitando la incorporación de las aguas lluvias a través de conexiones irregulares o a través de la apertura de las tapas de las cámaras de la red de alcantarillado para su uso como mecanismo de control de inundaciones», sostuvieron refiriéndose a casos como los de las 200 viviendas en la comuna con conexiones ilegales al sistema de aguas servidas detectadas en 2017.

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