El Circuito Macizo Paine, popularmente conocido como el Circuito ‘O’ del Parque Nacional Torres del Paine, es reconocido mundialmente por sus paisajes inolvidables y sus exigentes senderos. Este circuito patagónico cuya abundancia de flora y fauna proporciona una experiencia única a los senderistas, permite que los visitantes puedan sumergirse en la naturaleza y sentirse minúsculos ante la grandeza de sus montañas y glaciares.

Sin embargo, en la última década el rápido crecimiento de las visitas al parque también ha aumentado los riesgos frente a la naturaleza. El parque actualmente cuenta con más de 260.000 visitantes al año, significando para los senderos y los ecosistemas, mayores esfuerzos de conservación y mantenimiento.

©TDP Legacy Fund
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Uno de los hábitats más afectados por la cantidad de turistas de este circuito, es el humedal del tipo Carex-northofagus, que se encuentra entre las Guarderías de Coirón y Dickson. Hasta este año los visitantes cruzaban el extenso humedal sin una pasarela en condiciones óptimas,  dañando a la magnífica flora que compone este tipo de humedal y erosionando aún más el sendero.

Gracias al financiamiento obtenido de la European Outdoor Conservation Association (EOCA) y el trabajo conjunto entre Torres del Paine Legacy Fund –una organización sin fines de lucro basada en Puerto Natales– y unos 22 voluntarios provenientes de varias partes de Chile, se lograron construir 170 metros de pasarela que, además de su función de conservar este particular ecosistema, también ha creado una mejor experiencia para los turistas, dándoles una perspectiva más interactiva del humedal con vistas preciosas del Macizo Paine.

©TDP Legacy Fund
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Pero la instalación y construcción de la pasarela no fue nada fácil. Para llevar toneladas de materiales a Dickson, un lugar de muy difícil acceso, CONAF debió proporcionar un helicóptero que voló varias veces al sitio de trabajo. Se organizaron dos voluntariados de 10 días de duración cada uno, incluyendo no solo agotadoras jornadas,, sino también extensas caminatas diarias con peso y herramientas. El equipo de Legacy Fund y los voluntarios hicieron el difícil trabajo de instalar los postes en el humedal, construir la estructura, y clavar todos los tablones de la nueva pasarela.

La participación y ayuda de otros actores nacionales, internacionales y locales fue clave para que el equipo lograra diseñar, transportar e instalar la pasarela en una sola temporada. Esta ejecución mancomunada demuestra el poder de crear una comunidad entre el sector público, privado y la sociedad civil para conservar estos lugares sagrados de la Patagonia.

©TDP Legacy Fund
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Si estás interesado en participar en uno de los voluntariados de Torres del Paine Legacy Fund de la siguiente temporada, sigue su página en Facebook y postula apenas se abran las convocatorias en el mes de agosto.

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