Crédito: © Catherine Sheila
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Los datos no mienten: el 80% de la basura que se encuentra y que contamina los océanos está conformada por plásticos. Un estudio publicado en junio del año pasado en la revista Natural Sustainability y que clasificó y categorizó una muestra de basura o desechos marinos para determinar su origen, naturaleza y el impacto en el océano y la biodiversidad. De allí que se haya concluido que gran parte de las islas flotantes de desechos estén integrados por residuos plásticos.

El plástico es por lejos el material dominante, seguido del metal, vidrio, ropa y otros textiles, goma, papel y madera procesada. La mayor proporción de plástico está en las aguas superficiales (95%), seguida de las costas (83 %), mientras que los lechos de los ríos muestran el menor porcentaje de estos objetos (49%). Carmen Morales-Caselles, José Viejo y Andrés Cozar, autores de la investigación advirtieron  —además— que la producción irresponsable de artículos plásticos de un solo uso, el comportamiento inadecuado de algunos usuarios y las deficiencias en los sistemas de recuperación conllevan una fuga continua de este material, por eso proponen un mayor control del consumo y producción de aquellos productos con mayor presencia en la naturaleza.

Crédito: © AWA Solar
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«No nos sorprendió que el plástico fuera el 80% de la basura, pero nos sorprendió la alta proporción de artículos para llevar, que no solo eran de [restaurantes de comida rápida], sino botellas de bebidas«, dijo al medio británico The Guardian Carmen Morales-Caselles, de la Universidad de Cádiz, España, quien dirigió la  investigación.

Las políticas públicas en países en todo el mundo están apuntando también a la disminución en el empleo o prohibición explícita de entrega de bolsas plásticas en el sector comercio, el respaldo e inversión en el desarrollo de materiales alternativos en la elaboración desde cubiertos, envases, botellas, pajillas, etc. que sean biodegradables o reciclables a un menor coste energético.

Y es allí donde entra también el sector mundial de bebidas, uno de los jugadores más fuertes —y quizá, también, protagonista— en el  en el uso de botellas y contenedores de plástico. Si bien las latas de aluminio no son un invento nuevo o innovación reciente, en Chile, la empresa AWA, junto a Ball Corporation— está apostando a algo hasta ahora no intentado por otros en el país: vender agua mineral en envases de aluminio.  La empresa destaca que el lanzamiento se suma a la tendencia mundial de preferir envases de aluminio para todo tipo de bebidas, ya que por sus características se posiciona como el mejor contenedor por ser 100% hermético (del aire y de la luz), además de sustentable por su capacidad de ser «infinitamente» reciclable.

Crédito: Cortesía

AWA Solar captura el agua mediante el empleo de energía solar que se obtiene del aire a través de un proceso de condensación. La empresa ya estrenó la primera agua enlatada de Chile (que comercializa con y sin gas) capturada desde el aire vía energía solar. Este importante hito viene a subrayar su camino de responsabilidad con el medio ambiente, ya que todo el proceso de generación del agua es a través de energía solar y por condensación de la humedad del aire, siendo 100% renovable sin explotar fuentes superficiales directamente.

Adicionalmente, al elegir el nuevo formato de lata de aluminio a través de Ball Corporation, AWA se incorpora a la tendencia de preferir este tipo de contenedor para diferentes tipos de bebidas. Para esto también está promoviendo un movimiento QUIEROLATA impulsado por Ball, líder mundial en la fabricación de envases sustentables. El aluminio es 100% reciclable y no pierde ninguna de sus propiedades, por lo que su reutilización es indefinida. De esta forma, el aluminio que se extrajo para hacer una lata de bebida hace 50 años, sigue estando en las latas de bebidas de hoy.

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Crédito: © AWA Solar

Casi el 75% de todo el aluminio que se ha producido se sigue utilizando hasta el día de hoy, ya que la mayoría de las latas de aluminio que compra en una tienda ya se han reciclado muchas veces, apunta la Asociación de Aluminio. La lata de aluminio es el envase para bebidas más reciclado del mundo, con 69% de tasa de reciclaje. La lata de aluminio es un envase 100% reciclable, que puede ser reciclado infinitas veces sin perder calidad, a diferencia de otros materiales. Se estima que casi el 75% de todo el aluminio ya producido continúa en uso hasta el día de hoy, lo que demuestra que es un material con muy alto reciclaje.

El aluminio reciclado reduce en un 95% la emisión de CO2 en relación al aluminio primario. Por cada tonelada de aluminio reciclado, se salvan, en promedio, 16 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero en producción y transporte. Esto equivale a conducir más de 40,000 millas en un vehículo promedio en los EE. UU. El proceso de reciclaje del aluminio requiere de un horno capaz de fundir el metal, para luego pasar por un proceso de laminación y después producción de nuevas latas. Este proceso requiere una temperatura 50% menor a la que requiere el procesamiento de aluminio virgen.

El proceso de reciclaje del aluminio es completamente circular: el 100% del aluminio recolectado para reciclaje es efectivamente reciclado y reutilizado en productos de igual o mayor valor. Otros beneficios de la lata de aluminio son su capacidad para enfriarse más rápido, la comodidad para llevarla a diferentes lugares y su sello hermético que protege el contenido de la luz y del aire. Mismos atributos que desde hace un tiempo promueve el movimiento QUIEROLATA en Chile. Todo esto en respuesta a un nuevo perfil de consumidor interesado en hábitos saludables y en los impactos de sus decisiones de compra. En este sentido, AWA en lata de aluminio es una bebida natural y en un envase 100% sustentable y amigable con el medio ambiente.

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Crédito: Ball

«Era fundamental llegar a un envase sustentable, porque la generación de agua que realizamos es 100% renovable y necesitábamos que el envase de AWA siguiera la misma línea. Entre las características que más nos llevaron a tomar la decisión de ocupar lata de aluminio fue que es 100% e infinitamente reciclable, necesita menos agua que otros envases para su producción y cuando se recicla correctamente puede llegar al mercado en una nueva lata en tan sólo 60 días, y consume solo un 5% de la energía requerida para producir una lata con material virgen. El apoyo de Ball ha sido impresionante y es muy valioso contar con empresas que están alineadas con un propósito similar al nuestro que es la lucha contra el cambio climático”, apunta Andrés Vásquez, socio fundador de AWA Solar.

Con este lanzamiento seguimos aumentando la variedad de bebidas que podemos enlatar. Además, es un hito para Chile al ser la primera agua en lata producida localmente, algo que en EE.UU. y Europa ya es una realidad bien asentada. Estamos convencidos de que con esta novedad estamos empujando la categoría para que en los próximos años sea una realidad en toda la región”, subrayó Hugo Magalhães, director de marketing de Ball América del Sur.

*Con información de Natural Sustainability, El Mostrador, DW, AWA Solar.
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