Una es de las especies más emblemáticas de la Región de Coquimbo y la otra de la Región del Maule. El lucumillo (Myrcianthes Coquimbensis), y el ruil (Nothofagus Alessandrii), respectivamente, son especies endémicas de nuestro país que actualmente se enfrentan a diversas amenazas que los tienen catalogados como En Peligro. Sin embargo, puede que sus poblaciones se recuperen gracias a la aprobación de dos planes para la recuperación, conservación y gestión de cada una de estas especies.

El 14 de noviembre de 2018 se publicó el Diario Oficial la aprobación de los planes de recuperación, conservación y gestión del lucumillo y el ruil. Ambos tienen como objetivo controlar las amenazas que afectan a estas especies y realizar acciones para su la conservación. Además, se espera como meta que en 20 años se puedan mantener sus densidades y, en el caso del lucumillo, que el 30% de la superficie en la que habita tenga alguna figura de protección. Por otro lado, recuperar al menos el 50% de las áreas de bosque de ruil que se quemaron en 2017.

Las amenazas

Ruil ©C. Baltanares y F. Figueroa
Ruil ©C. Baltanares y F. Figueroa

Que estén En Peligro de Extinción significa, según los registros del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), que su población, área de distribución y de ocupación han disminuido debido a la fragmentación de la población, con una disminución en la extensión de su presencia en el área en el que habita, además de que la calidad se ha deteriorado en el número de localidades y la cantidad de individuos maduros.

¿Qué los amenaza? Específicamente en el caso del lucumillo, durante la elaboración del plan se detectaron ocho amenazadas directas y principales. Estas son: la parcelación del terreno, la construcción de huellas y caminos privados sin regulación, proyectos de inversión, urbanización, construcción de caminos públicos, extracción de tierra de hojas, el cambio climático y los vertederos clandestinos y micro basurales.

Un panorama distinto es el del ruil, en el que son siete las causas que han llevado a que estén En Peligro: los incendios forestales, la colonización por pinos, la variación interanual del clima, la práctica forestal inadecuada, la flora exótica invasora, el corte no autorizado y el ganado doméstico.

Seguimiento

Lucumillo ©Danny E. Carvajal, Andrea P. Loayza, Patricio Gracía-Guzman
Lucumillo ©Danny E. Carvajal, Andrea P. Loayza, Patricio Gracía-Guzman

El lucumillo es considerado un patrimonio de la Región de Coquimbo y crece únicamente en el desierto costero, desde las Tacas hasta Barrancones. Es más, se estima que sus flores reciben visitas de al menos 17 especies de insectos nativos. Entre ellas, 7 de moscas, 8 de abejas y avispas, una de mariposa y una de escarabajo.

Para la implementación del plan para conservar el lucumillo, existe un presupuesto cercano a un millón de dólares, y todas las acciones que se realicen deberán ser informadas por las instituciones o personas responsables al Ministerio del Medio Ambiente. Son 20 años para cumplir los objetivos, pero existirá un grupo de seguimiento, a cargo del MMA, que debe sesionar una vez al año para fiscalizar las acciones.

Ese mismo seguimiento tendrá el plan destinado a la conservación del ruil, que contará con un presupuesto de 1,3 millones de dólares para su implementación. Así es como se intentará salvar a esta especie, considerada como el árbol nativo más amenazado de Chile, también denominado en 1972 como un fósil viviente.

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