El pasado viernes 7 de junio ocurrió un hito histórico en la ciudad de Puerto Williams. Por primera vez, la comunidad yagán originaria de Bahía Mejillones tuvo la oportunidad de recuperar antiguos vestigios de sus antepasados.

En una ceremonia realizada en el Museo Antropológico Martín Gusinde –donde serán exhibidas de ahora en adelante las piezas– la ministra de la Cultura, Consuelo Valdés, hizo entrega de tres piezas de la cultura yagán que formaban parte de la colección del sacerdote Martín Gusinde, quien entre 1918 y 1924 realizó expediciones en la Patagonia, Tierra del Fuego, donde conoció las tradiciones y modos de vida de pueblos indígenas como los yaganes, selk’nam y kawésqar.

©Servicio Nacional del Patrimonio Cultural

Estos objetos, que hasta ahora permanecían resguardados en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de Santiago, corresponden a una máscara ceremonial de cuero de 1922, una réplica de canoa de corteza que data de 1919 y un cesto tawela de 1923, utilizado para la recolección de frutos. Tal como han anunciado las autoridades, estas serían las primeras piezas en ser restituidas a Puerto Williams, el principal territorio donde hoy habitan los últimos descendientes de estos canoeros australes, y a futuro se espera que más piezas de la Colección Gusinde –de alrededor de 200 objetos, que actualmente se encuentran en el MNHN– sean restablecidas a su lugar de origen.

“La importancia de estos objetos que están en la colección Gusinde tiene que ver con que las personas que los confeccionaron son nuestros parientes, son nuestros tatarabuelos, bisabuelos, de la comunidad que hoy en día está viva y que vive hoy en Puerto Williams”, dijo al respecto Pamela Alvarado, miembro de la comunidad indígena yagán de la Bahía Mejillones.

©Servicio Nacional del Patrimonio Cultural

Entre los objetos restituidos se encuentra una máscara de cuero pintado –que era utilizada en la ceremonia Kina, donde los hombres yaganes jóvenes  que previamente habían hecho la ceremonia del Chiejaus, se iniciaban a la adultez–, que fue confeccionada por Juan Calderón en 1922, padre de Cristina Calderón –mejor conocida como la abuela Cristina–, última hablante viva del idioma yagán nombrada como “Tesoro humano vivo”.

La acción fue realizada en el contexto del aniversario número 100 de las expediciones de Martín Gusinde en Tierra del Fuego. Al respecto el Director Nacional del Servicio del Patrimonio Cultural mencionó: “Es importante que esto no se quede aquí, como Estado debemos saber generar políticas públicas que permitan a los pueblos originarios contar con las piezas pertenecientes a sus ancestros y sean conservadas en torno a sus territorios para así, mantener la riqueza de nuestras culturas”. En esa misma línea tanto la Gobernación como la comunidad se mostraron prestos a la colaboración y coordinación para continuar las acciones en esta línea.

©Servicio Nacional del Patrimonio Cultural

Por lo pronto, anunciaron que el cesto y la canoa podrán ser exhibidos a la brevedad, en tanto la máscara demorará aproximadamente un mes para ser montada ya que requiere un trabajo y cuidado especial.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...